Opinión: Ser zaragocista desde los 70….

Hace más de un mes, este grupo de ZARAGOCISTAS, que nombro en mayúsculas y además de ellos, afortunadamente, hay muchos más, ofrecieron públicamente la posibilidad de colaborar en la publicación de comunicaciones digitales semanales intentando canalizar una fuerza común, a la cual, yo, católico, apostólico y romano, aludo muchas veces ya que como dicen “la fe mueve montañas”.

Y este interés “desinteresado” me llevó a ofrecer mi colaboración y en mi primera aportación quiero hacer una reflexión que hace tiempo que quería hacer pero que no encontraba el momento adecuado ó el motivo que fuera tan importante como el actual. Pues bien. Allá voy con mi sensación.

Algunos de vosotros recordaréis lo que voy a relatar. Cuando ir a ver al Real Zaragoza se reservaba solo para los Domingos, como asistir a misa, el ritual comenzaba por la mañana. Nos poníamos las mejores “galas”, como si fuéramos a la comida con la “abuela”; los niños vestíamos aquellos pantalones tan ridículos que hoy se han puesto de moda y que incluso, algunos “bien vestidos” marcan la moda a seguir; los señores, eran mal vistos si no lucían la corbata para las grandes ocasiones; las señoras tenían que estar “de peluquería” para que la celebración fuera completa en toda su dimensión.

Llegaba el momento. Era de obligado cumplimiento que el “bar” de la antigua Feria de Muestras, junto al campo de La Romareda, fuera el lugar de encuentro de la afición zaragocista. Era un ambiente cordial, en el cual podías encontrar todo tipo de aficionados… desde los adinerados empresarios zaragozanos, hasta los “paletas” que durante muchos años y con medios precarios han conseguido crear grandes ciudades y consiguieron “levantar” el coliseo zaragocista en nueve meses. Pero, con esas diferencias, el único nexo de unión era el Real Zaragoza.

En este momento, los “pelos” se me ponen de punta. Mi padre y yo, girando la esquina, de repente, visionábamos el lugar en el cual íbamos a disfrutar de un extraordinario espectáculo que estábamos esperando durante toda la semana. Al fondo, en la añorada esquina infantil, los niños soñábamos, y algunos lo consiguieron, vestir algún día la camiseta blanquilla y poder defender el honor zaragocista.  Los papás y mamás, esperaban, pacientemente, a que todos traspasáramos la puerta para poder, tranquilamente, dirigirse a su localidad y poder unir sus voces a las nuestras para impulsar una voz común que solo dijera “Zaragozaaa”!!!

Partidos malos, partidos buenos, sonoras pitadas, tremendas ovaciones, grandes insatisfacciones, enormes alegrías… finalizaba el partido y la zona del “escabeche”, era el nuevo lugar de encuentro para, nuevamente, unir a todos los zaragozanos y zaragocistas en su interés por el resultado final, la crónica del partido y la “batalla deportiva” que hacía pocos instantes que había finalizado. ¡Qué día más bonito! Desde por la mañana hasta por la noche, Zaragoza, había vivido uno de los muchos días “estrella” del año, marcado en rojo en el calendario y que era la víspera de un nuevo Domingo de futbol, tan solo una semana después.

Y todos pensaréis. ¿A qué viene este relato? El Real Zaragoza, desde su fundación ha vivido millones de momentos como este y con millares de familias zaragozanas que han unido su filosofía de vida, sus voces para animar al equipo, sus rezos y sus momentos más especiales los han querido compartir con sus “vecinos” de grada.

Desgraciadamente, éste es el momento de volver a las tradiciones y “tirar todos del carro” para que el Real Zaragoza, pueda conseguir que estos momentos que he relatado y que he vivido en primera persona como muchos de vosotros, sigan produciéndose. Porque el Real Zaragoza no es solo un equipo de futbol. Es mucho más. Si se llamara de otra forma, no sería lo mismo. Representa a una ciudad, a una región, a unos padres, a unas madres, a unos niños. Como decía al comienzo, debemos ser una única fuerza común. El momento es difícil, pero debemos dejar a un “lado” la negatividad y transmitir a nuestros jugadores, directivos y resto de aficionados y zaragozanos, que nuestra fe en que el Real Zaragoza está por encima de todos, que la entidad y el fortísimo sentimiento de unión puede suplir las carencias técnicas, administrativas y financieras de los que hoy intentan defender el honor y el orgullo del LEÓN ZARAGOCISTA.

Colaboración de:   José García

Una respuesta to “Opinión: Ser zaragocista desde los 70….”

  1. Miguel Cortés Says:

    Bonitos recuerdos los que tu artículo me traen a la mente José, con cuatro años hace cuarenta empezé a acompañar a mi padre a la Romareda, y el domingo como muy bien dices eres otro tipo de domingo al actual. Era niño y todo me parecía gigante, la Romareda era Maracaná, el puro del de atrás una trompeta, y hasta el marcador «dardo» me parecía última generación tecnologica, también había cosas que captaba más reales, Nino Arrúa era Pelé y la verdad que lo era, sus celebraciones goleadoras saltando la publicidad y evitando a los grises para abrazarse con la infantil de la puerta 9 son imborrables para mi.
    Pero tambien son imborrables los ochenta y los noventa, incluso el nuevo milenio al principio de su decada, y si la actualidad nos da más bien disgustos que otra cosa me quedaré con que mi niña de 7 años quiere ir todos los domingos acompañandome al fútbol, y la pequeña de 3 corre por las escaleras de «Maracaná» sin saber ni donde esta, pero un dia serán consciente del ORGULLO que para su abuelo y su padre representó y seguro también sabrán acompañar NUESTRO SENTIMIENTO BLANQUIAZUL. AUPA ZARAGOZA !!!

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