Crónica del partido: Una victoria desde el alma

Nota del editor: Es un honor para «TODOS RZ» contar desde hoy con la colaboración de Leandro Piragini, miembro de la Peña Zaragocista Argentina. Se encargará de las crónicas y de otra sección sorpresa que inauguramos la próxima semana. Por su estilo lo conoceréis, sus vibrantes narraciones te hacen revivir el partido con matices que no viste: impresionante.   Gracias Leandro por unirte a este proyecto colectivo. Os dejo con la primera…..

R. Zaragoza 1   –  Levante  0

No resuelve los gravísimos momentos que el Real Zaragoza vive desde que empezó el presente Campeonato. Menos aún, si damos cuenta de las alarmas encendidas por el hecho de haber culminado la primera ronda de 19 partidos en posición de descenso a Segunda División.

Pero los 7 últimos puntos conseguidos -sobre 12 posibles- por el conjunto que el vasco Aguirre está empecinado en sacar del fondo del barro, son la única mirada optimista que se le puede dar a este momento, cuando la gran mayoría de las “firmas autorizadas” del periodismo multimediático ponen al Real Zaragoza en la Liga Adelante la próxima temporada, sin un solo boleto a su favor. Y cuando las palabras se dicen con tanta saña, terminan siendo el verdadero deseo de quienes las pronuncian.

Esa misma mirada es la que nos permite ver, en el vaso medio vacío que tenemos frente a nosotros, a esa pequeñísima cantidad de agua que existe en él –que sí, que la hay…- y que permite entender que esos 7 puntos obtenidos en los últimos cuatro partidos jugados son casi la mitad de los que se consiguieron en los quince encuentros anteriores.

Y que victorias como la de esta tarde hacen pensar que seguramente no saldremos de esta con buen fútbol, por merecimiento ó con grandes cuotas de talento por parte del plantel del primer equipo. Va a jugar muchísimo también un factor tan fundamental como la suerte que nos toque, partido tras partido.

Vaya como única muestra objetiva de ello la paupérrima actuación arbitral del juez Álvarez Izquierdo quien, esta vez, dejó caer en cara la moneda, favoreciendo a los que sabemos que iban de blanquiazul, a pesar de la más que dificultosa visión que nos permitió tener la bruma que invadió el Estadio de la Romareda.

El encuentro fue sumamente triste, todo hay que decirlo. Como la tarde misma. Al igual que las más que tibias llegadas por parte de los dos equipos en el transcurso de los 90 minutos. Parece mentira que en tanto tiempo para poder hacer tantas cosas, 22 profesionales del balón llegaran en total y entre los dos, en no más de 6 ó 7 ocasiones más o menos claras al arco rival.

Gabi tuvo la primera: un potente tiro semicruzado desde 30 metros pasó a poco del palo derecho del portero levantista Reina. Más tarde, Carlitos Diogo salvó la ropa en una jugada que entró desde la izquierda del área zaragocista, y que ganó la pelea del espacio a las puertas del área chica frente a Rafa Jordá.

Un penal a favor del Zaragoza imposible de determinar –por la niebla- en una entrada de Juanlu, precedió a un tiro libre que se marchó demasiado alto sobre la portería del Levante.

Y parecía que volveríamos a comernos el bocadillo antes del pitido final del primer tiempo, si no fuese por el espectacular contragolpe protagonizado por todo el enorme alma de un Gabi –la figura del equipo maño- que comienza a observar qué final tendrá la jugada desde el momento mismo en que recibe la pelota proveniente de un pase un poco más largo de los que se vieron durante toda la tarde en la Romareda.

Cuando ya había corrido 25 metros dominando la pelota desde la mitad del campo, y a pesar de tener en ese momento a dos compañeros a diestra y siniestra, Gabi prefiere proteger el balón logrando burlar la encerrona propuesta por el defensa Robusté, y antes de que lo alcancen otros dos jugadores del Levante dispara a puerta, impactando a medias en Reina, con destino final de gol gritado como si hubiera sido el que marcó Iniesta para traer la Copa del Mundo a casa. Es que no fue gol el de hoy… ¡¡Fue GOLAZO!!

En el segundo tiempo, ya todos bien merendados, fue el Levante el que tomó la iniciativa de mantener la pelota e intentar llegar al área local. Pero abrió algunos espacios que ganó el Zaragoza en ataque, y volvió a ser Gabi el que pateó primero al arco, otra vez desde fuera del área y yéndose el esférico a poco más de un metro del poste derecho.

Un centro proveniente de un corner desde la derecha del arco levantino puso otra vez el balón en los pies de Gabi, que disparó por encima del larguero.

El Levante por fin tuvo su oportunidad cuando, por medio del saque de una falta innecesaria fallada a su favor, la pelota fue puesta clara, transparente, para que el caboverdiano Valdo solo, sin marca ninguna, desperdiciara el empate frente a Leo Franco.

Boutahar, titular desde el arranque del encuentro, perdió en el mano a mano que remató frente a un muy atento Reina, que dio rebote pero se hizo del balón en dos tiempos.

Aquí el suplicio de cada partido del Real Zaragoza: ¡cuánto desentendimiento hay entre Jarosic y Leonardo Franco a la hora de ceder el balón el defensa al portero! Un error de estos por partido y ahí sí que no la contamos. El uruguayo Stuani entró recortando entre los dos y le ganó en corto al defensa checo, volvió a ganarle la posición nuevamente y dominando la pelota ya en la última línea del campo, dentro mismo del área, metió el disparo potente, a media altura y muy cercano que tapa esta vez muy bien Franco con las dos manos –lo dicho, todo hay que decirlo-.

Y aquí el lado cara de la moneda, y jugada crucial a estas alturas del encuentro (minuto 84): el árbitro Álvarez Izquierdo cobra tiro indirecto dentro del área por demorar el portero zaragocista la salida del balón desde su área. Esta acción infantil de Leo provocó sin siquiera proponérselo, que el Levante terminara jugando el partido con el míster expulsado del banquillo. Frente a la injusticia de la anulación del gol de Rubén (ya que ninguno de los levantinos pidió barrera y reanudaron el juego lícitamente, mandando éste la pelota a la red), los airados reclamos granotas hicieron que el juez (¿?) del encuentro decidiera expulsar a Luis García Plaza, perdiéndose el próximo juego de su equipo.

A los que queremos de verdad al Real Zaragoza más nos vale celebrar estos puntos que estamos recogiendo tanto de locales como de visitantes en los últimos encuentros, conseguidos así… con el alma. Jugando mal ó un poco menos que mal. ¿Porque, qué se le va a hacer, si no? No podemos plantearnos jugar lindo porque no podemos. Todavía.

Javier Aguirre nos está enseñando a dar dos toques seguidos, que no es poco. Y además, a entender que del otro lado del campo hay una portería que hay que batir, aunque sea una vez más que el contrario. De eso se trata ganar un partido. Y hasta ahí llegó esta tarde el Real Zaragoza en algunas ocasiones.

En los encuentros que tiene el primer equipo por delante, ojalá lleguemos a ver algo de circulación de pelota, de pases cortos ó largos pero que sean certeros, seguros… Juego con pelota dominada. Es decir, algo parecido a lo que el vasco entiende de ese juego tan bello que -se dice por ahí- es el fútbol.

 

Colaboración de: Leandro Piragini

 

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