Finiquitadas las Elecciones. Concluidos los discursos presidenciales. Recibidas las felicitaciones, enhorabuenas y parabienes. Uno se pregunta ¿Y ahora, qué?
Como el traspaso de poderes es una tarea ardua y destinada a segundones, imagino que Arnaldo, el “presidente”, estará preparando esa carta que “la mayoría” están esperando. Esa cartica repletica de pronunciamientos y guiños conciliatorios hacia esas peñas díscolas que, “por lo que sea, oyes”, han pasado de “Él y su Junta” o no han querido entrar en redil de su “Junta y Él”. Esas peñas que, sumadas, suponen el 59 % de las 144 existentes. Ya me la estoy leyendo:
“Queridos amigos peñistas:
Como sabéis, he sido elegido, por cuarta vez, Presidente de la Federación. Voy a poner toda mi ilusión, trabajo, esfuerzo. Ardor, voluntad, energía y compromiso por conseguir lo que es “prioritario por encima de todo”: La UNIDAD de las Peñas. El Pueblo Unido Jamás será Vencido. Solo así, nuestras peñas serán las más respetadas y valoradas del territorio español y allende los mares, donde también tenemos representación. Ese será mi mayor anhelo, mi máxima responsabilidad.
“Mi Junta Directiva y yo” estamos con la ilusión del primer año y de eso ya hace diez. Seguiremos con lo bueno que había. Incluiremos aquellas iniciativas del aspirante que nos parecieron excelentes. Por ello, borro de mis labios la aciaga expresión que públicamente proferí: “Ni he leído su programa ni me interesa”.
Mi sintonía con el Club es total. Le reñí a Soláns, le reñí a Agapito y le seguiré riñendo para que mejore su gestión. Siempre desde el dialogo, de la cordura, del sentido común. Reniego pues del MANIFIESTO “antiagapito”. No, no asumo la paternidad directa o indirecta del pronunciamiento. Solo fuimos fuente de inspiración y devotos de diez días.
¡Que tarde más aciaga la tarde aquella!
Un lapsus, solo un lapsus por el que pido perdón a todos mis peñistas.
Soy serio, recto y templado, si bien, las ondas me hacen vibrar. Ya me conocéis.
Promulgaremos una recia cruzada en pro del ZARAGOCISMO. Nos infiltraremos en escuelas y colegios. Asociaciones y Corporaciones. Entre iglesias, mezquitas y sinagogas. Seminarios y conventos, predicando la nueva vieja palabra que tanto nos llena e inflama. Que tanto nos identifica. Que tanta falta hace. ¡ZARAGOCISMO!.
Y luego, bocadillo de jamón y agua de Jaraba o de Bronchales.
En la preocupante cuestión económica, estad tranquilos. Prometo claridad, transparencia, inspección. Luz y taquígrafos por doquier. Hasta tal punto que, “mi junta directiva y yo” hemos decidido, antes de que nos lo requiráis mil veces más, presentar a la Asamblea las cuentas de nuestra última gestión. La rapidez del cambio y lo inusitado del mismo, nos lo impidió en su momento. No quepa duda. Cumpliremos.
No me quiero extender más. El programa habitual ya lo conocéis
Sabéis que encontréis en mí a un padre, un hermano. Un compañero, un amigo, Un peñista, un presidente. Pero sobre todo, un zaragocista que hará por llegar allí donde se me necesite para ayudar y resolver los problemas que se os planteen.
A los que me habéis empujado a presentarme, a los que me habéis votado. A los fraternales candidatos rivales, a sus votantes. A los del voto en blanco. Al que no dejaron votar, a los que no podían votar, a los que “pasaron” de votar. A todos, TODOS, queridos amigos peñistas, de “mi Junta directiva y yo”, ¡GRACIAS!
Por la Unidad de la Federación. Un fuerte abrazo “
A fecha de hoy, ni señales de humo. El que escribe, que no es descreído del todo, va a poner la espuerta con cebada en la ventana por si los reyes magos han pinchado los camellos y andan por ahí ociosos. Si los veis, decidles que se acerquen.
Colaboración de: FÉLIX SÁNCHEZ
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