Para los que esperabáis mi crónica de los Sábados, os tengo que decir que, esta vez, la tardanza no ha sido provocada por ningún hecho negativo para mi persona ó mi entorno.
Ha comenzado la esperada Semana Santa que todos los años llena las calles de todas las ciudades y pueblos de España y por supuesto, las de Zaragoza. Y muchos de vosotros, os preguntaréis qué tiene que ver el futbol y en concreto nuestro Real Zaragoza con esta celebración religiosa. Os lo explico.
Creo que, primeramente, deben y debemos rezar mucho para que nuestro querido equipo pueda permanecer en primera división. Los resultados de la actual jornada nos han llevado a ocupar plaza de descenso. Estamos en la cuerda floja desde hace días y no hay forma de conseguir una victoria y que los demás fallen. Por tanto y como aconsejaba, a rezar toca… y estamos en el momento adecuado, con varias decenas de via-crucis por gran parte de la ciudad, casi a cualquier hora de la mañana, tarde y noche.
Como os decía, ayer, Domingo de Ramos, nuestro Padre Jesús Nazareno, entraba victorioso en la ciudad de Jerusalén. Todos los habitantes de la aldea lo aclamaban como El Mesías que iba a salvar al mundo. Y en nuestra ciudad, Zaragoza, más de 700 cofrades de la Cofradía de La Entrada de Jesús en Jerusalén, portaban las palmas de dicha celebración y sus tambores retumbaban y daban fe de que dicho hecho iba a ser la noticia más importante de la humanidad. Las calles que rodean a San Cayetano, centro neurálgico de la Semana Santa Zaragozana, se tenía de hábitos blanquiazules, como nuestro REAL ZARAGOZA. ¿Será una buena premonición?
Por la tarde, cuando comenzaba a anochecer, los colores alegres, los tonos vivos, se convertían en oscuridad, en morados, azulones y negros combinados con la luz de las velas naturales y pétalos de rosas. Llegaba el momento de hacer penitencia. Primero, olvidar la siesta dominguera y plantarse dos horas antes de la salida de las imágenes de la Humildad. Dicha Hermandad, es una réplica de cualquiera de las que estos días procesionan en Andalucía pero en la ciudad del Ebro, de la Virgen del Pilar y del REAL ZARAGOZA. Y por esta razón, sus “pasos” son portados a “costal”… es decir, son costaleros los que hacen que “bailen” el Nazareno y la Virgen. Pues bien, dichos costaleros, además de sus amuletos, rosarios, “estampas” y demás “cacharrería” que, como los toreros, depositan en ellos toda su fe, pensando que les trae suerte ó que les van a “guardar” de sufrir algun percance, muchos de ellos, también llevan consigo, numerosos escudos del Real Zaragoza en camisetas, calcetines, costales y por supuesto, tatuados en su propia piel. Se me ponen los pelos de punta al pensar que alguien que va a estar más de seis horas, con una temperatura cercana a los 40 grados, soportando bajo su nuca y hombros más de una tonelada de peso y “bailando” al son del pasodoble que le marca la banda de cornetas y tambores… ufff !!! me empieza a doler a mi también…, piense en llevar cerca del corazón un escudo de un club de futbol. Os puedo asegurar que mis ojos lo han visto. Habrán llorado, habrán mirado al cielo y le habrán pedido a Dios que les dé fuerzas para continuar y poder llevar al Señor hasta el final de su camino. Y seguro que en algun momento se habrán acordado y habrán rezado por el REAL ZARAGOZA. En el Pabellón Príncipe Felipe, dejaron “colgada” la camiseta del legendario Arcega y yo propondría que a alguno de estos “valientes”, como les gritan la multitud para darles ánimos, les esculpieran alguna estatua para su homenaje.
Agapito… y los que vengan. Tomad nota que esto no es virtual ni es una película. Es real como la vida misma. El zaragocista es así. Y si para esto sufren y no preguntan qué hay que hacer, imaginaros lo fieles que seriamos si los resultados nos acompañaran y se tratara a los socios como lo hizo Jesús con sus discípulos.
Colaboración de: JOSÉ GARCÍA
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