El Real Zaragoza debe reconocer a sus Peñas como un Patrimonio del “Club”, respetando siempre la soberanía o autonomía de las mismas. Las Peñas, a su vez, deben integrarse e implicarse, activamente, en aquellas acciones que supongan apoyo total a sus colores y dignificación de la “Sociedad Deportiva”.
Las Peñas Zaragocistas obtienen de la SAD una serie de privilegios o consideraciones especiales como son:
Presencia de directivos y jugadores en sus Actos Oficiales: Inauguraciones, Aniversarios, Concentraciones, Conferencias, Charlas……
Precio especial “Grada Joven” en Abono de Temporada.
Independientemente de la lejanía de la localidad de procedencia, se aplica por igual a todas peñas. Las zonas habilitadas para peñistas son asignadas por la Sociedad.
No todos peñistas hacen uso de este abono. Prefieren seguir en su localidad habitual al precio estipulado para abonado no peñista
Asistencia formal al Palco Vip.
La asistencia al Palco, curiosamente, la designa la Federación de Peñas. El Presidente del Real Zaragoza delegó esta canonjía. No debiera haberlo hecho.
Provisión de entradas para desplazamientos.
Precios normales, reducidos o, incluso, dada la importancia vital del apoyo al equipo, a coste cero.
Provisión preferente de entradas para partidos especiales.
Fases Clasificatorias o Finales de Copas.
Precios especiales en material deportivo para suministro en Peñas.
Obsequios de material para entrega a niños y aficionados en actos oficiales.
Celebración de Partido Oficial del Primer Equipo a beneficio de las Peñas…
………………
Es de conciencia que si la SAD pone al alcance de las peñas todo este tipo de prebendas, los peñistas deben responder, al menos, con su presencia y apoyo cuando se les necesite. O sea, siempre.
Esta correspondencia, sincera y desinteresada, debe estar certificada por el respeto mutuo a la libertad individual y colectiva. La chalanería, el servilismo y sus adeptos, mejor lejos de las Peñas y del “Club”.
La responsabilidad de la integración natural “Club-Peñas” debería otorgársela la SAD desde el primer instante. No abandonarla en manos ajenas. El Real Zaragoza no ha asumido nunca este quehacer.
El REAL ZARAGOZA SAD es quien debería marcar las pautas o normas. Establecer unos derechos y obligaciones mínimos que regulen esta comunión con las Peñas. Así como controlar que los “mínimos” establecidos se cumplan. Todo ello plasmado en un reglamento de Peñas.
En ese Estatuto deberían aparecer bien clarificadas las condiciones mínimas para ser considerada Peña del Real Zaragoza. Unas normas definidas sobre:
- Número mínimo de peñistas.
- Número obligatorio de Abonados por Peña.
- Número obligatorio de carnés de simpatizantes.
- Control Anual de las variaciones numéricas citadas
- Los fines propios de la Sociedad a los que se añadirían los propios de la peña.
- Las actividades y seguimiento de las mismas a través de memorias anuales
En fin, todas aquellas normas que sirvan para crear un estrecho lazo de unión y fuerte compromiso.
Una vez que las peñas zaragocistas adquirieren la condición de Peñas del Real Zaragoza estas podrían concentrarse por zonas, comarcas, provincias. Crearse sus propias Federaciones. Incluso constituir una democrática Federación de Federaciones, integrándose en ella con carácter voluntario.
El Real Zaragoza debería dar el primer paso asumiendo la responsabilidad que le corresponde. Dejar en manos de una Federación toda la organización y funcionamiento de sus peñas, es estar abocado, con el tiempo, al más absoluto de los fracasos.
Está más que redicho: Renovarse o morir.
Colaboración de: FÉLIX SÁNCHEZ ANDÍA
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